Investigadores japoneses han dado un paso significativo en la lucha contra la contaminación plástica al desarrollar un tipo de plástico de origen biológico capaz de biodegradarse rápidamente y ser producido a gran escala. El equipo de científicos de la Universidad de Kobe ha presentado este avance como una alternativa 'verde' al material sintético tradicional.

Según los responsables del proyecto, el nuevo compuesto es "más procesable, resistente a las fracturas y altamente biodegradable, incluso en el agua marina", en comparación con otros plásticos de origen biológico. Este material, creado a partir de bacterias modificadas genéticamente, tiene un potencial revolucionario para transformar la industria del plástico hacia una producción más sostenible.

El polímero desarrollado combina ácido poliláctico, derivado de la caña de azúcar o del maíz, con otro bioplástico llamado LAHB, conocido por reforzar propiedades como la maleabilidad y la resistencia. El proceso de producción utiliza una "fábrica plástica de bacterias" que ha sido manipulada genéticamente para producir el bioplástico a gran escala, utilizando únicamente glucosa como fuente de alimento.

Este avance no solo ofrece un plástico más resistente y maleable, sino que también es altamente biodegradable en el agua marina en tan solo una semana, según los investigadores. Además, las bacterias utilizadas en el proceso tienen el potencial de sintetizar plásticos directamente a partir de emisiones de efecto invernadero, lo que podría contribuir a la reducción del CO2.

El proyecto, financiado por el gobierno japonés y en colaboración con la empresa Kaneka Corporation y el Instituto Nacional de Ciencias y Tecnologías Avanzadas, marca un paso importante hacia el uso generalizado de bioplásticos. Japón, uno de los principales productores de residuos plásticos del mundo, se ha marcado el objetivo de incrementar el uso de bioplásticos para 2030, en un esfuerzo por reducir la contaminación plástica que afecta a los océanos globales.