Con una trayectoria de 58 años, la colección de murciélagos de la FCB ha sido un pilar fundamental para la investigación académica en la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL). Esta colección, que alberga más de 2 mil ejemplares, ha sido objeto de estudio en alrededor de 15 tesis, abordando temas cruciales para la comprensión de los ecosistemas regionales.

La curadora de la colección, Evelyn Ríos Mendoza, destacó la importancia de estos animales en los ecosistemas locales y su contribución al conocimiento científico. Gracias al trabajo de campo realizado en diversos refugios del estado, se ha logrado recopilar un amplio repertorio de especímenes, representando el 80% de las especies de murciélagos presentes en Nuevo León.

El proceso de taxidermia científica ha permitido a los investigadores profundizar en el estudio de la anatomía y morfología de estos animales. Esta técnica, que implica la preparación meticulosa de los especímenes, facilita la observación detallada de sus características y su identificación.

La investigación sobre los murciélagos no solo ha enriquecido el conocimiento académico, sino que también ha contribuido a la conservación del medio ambiente. El santuario de murciélagos en Santiago, Nuevo León, es un ejemplo de ello, albergando especies únicas como Tadarida brasiliensis y Myotis velifer.

Nayeli Rivera, investigadora especializada en murciélagos, resaltó los beneficios ambientales que estos animales aportan, como el control de plagas y la polinización de plantas. Contrario a la creencia popular, el guano de murciélago no es nocivo y, de hecho, se utiliza como fertilizante en la agricultura.

La UANL continúa liderando investigaciones sobre murciélagos, con un enfoque especial en la conservación de sus refugios subterráneos. Estos estudios son fundamentales para comprender y proteger a estas fascinantes criaturas, cuyo papel en los ecosistemas es invaluable.