En una sesión controvertida, el pleno del Senado de la República de México avaló en lo general y en lo particular la reforma al artículo 9 de la Ley de Amnistía. Esta reforma otorga al Presidente o próxima Presidenta la facultad de liberar a cualquier delincuente, incluso responsables de delitos graves como pertenecer a cárteles de la droga, homicidas, feminicidas o secuestradores, siempre y cuando aporten información relevante para el esclarecimiento de casos importantes para el Estado.

La decisión, respaldada por 67 votos de Morena y sus aliados, generó críticas por parte de senadores de la oposición, quienes votaron en contra y cuestionaron la discrecionalidad que esta medida concede al Ejecutivo. La reforma ahora pasará a la Cámara de Diputados para su análisis y eventual aprobación.

La senadora por Movimiento Ciudadano, Ruth Alejandra López Hernández, calificó la reforma como una "carta abierta" del Presidente para otorgar perdón a criminales de manera discrecional, mientras que el senador del PAN, Damián Zepeda, argumentó en contra de perdonar a delincuentes sin ningún procedimiento, advirtiendo que esto podría fomentar la corrupción.

El coordinador de Morena y autor de la reforma, Ricardo Monreal, defendió la medida argumentando que busca llegar a la "verdad histórica" en casos relevantes para el Estado Mexicano, asegurando que la amnistía presidencial está destinada a personas que estén en proceso judicial y que estén dispuestas a proporcionar información para esclarecer los hechos.

Sin embargo, críticos como el senador del Grupo Plural, Germán Martínez, cuestionaron la intención de perdonar a criminales y señalaron que esta reforma también afecta la labor de los militares que combaten el crimen en el país. Martínez enfatizó que esta medida es una afrenta a las víctimas y retó a los partidarios de la reforma a desmentirlo.