Se trata de un trastorno que aparece en hombres entre los 40 y 55 años cuando disminuyen los niveles de testosterona, una hormona producida en los testículos y que puede afectar al apetito sexual, bienestar y el humor.

Por ello se presentan afectaciones como fatiga, aumento de peso, depresión, nerviosismo, deterioro óseo, sensación de calor, problemas de circulación, sudoración y dolor de cabeza, entre otros

Bájale al estrés 

La tensión emocional es uno de los factores que inhiben la capacidad sexual, hay falta de libido y se presenta la disfunción eréctil, lo cual crea mayor tensión en la relación con la pareja.

Come sano 

La buena alimentación es otro de los puntos importantes, esto ayudará a evitar la obesidad, el sobrepeso, el aumento de triglicéridos y colesterol, lo cual podría aumentar el riesgo de padecer otras enfermedades. 

Mantente en movimiento 

Llevar una vida activa con ejercicio evitará mayores estragos en los huesos que provoca la descalcificación como consecuencia del sedentarismo. 

Duerme bien 

Un buen descanso permite que el cuerpo se regenere a nivel celular, también permite que el cerebro se mantenga activo y sin mayores molestias para realizar las actividades al día siguiente.