Sólo póngase usted a pensar ¿A que escuela van esos niños? ¿Si se enferman, quien los atiende? ¿Los que no trabajan, de que viven? ¿Si cometen un delito, como lo procesan?
Para ejemplo le contaré mi propia experiencia cerca de mi trabajo, a 300 metros, existe uno de estos albergues operados por un sacerdote católico que les permite cenar, dormir y desayunar en el mismo pero están obligados a salir durante el día y decenas de ellos permanecen recostados en las banquetas de los vecinos y alrededor del Oxxo de la colonia al que ingresan constantemente para recargar de tiempo aire sus teléfonos y para, (según los despachadores), robar algo de comida y sobre todo cerveza.
A escasos 100 metros se encuentra una tienda Soriana, con la misma experiencia que el Oxxo; los visitantes entran, roban cerveza, la toman entre los pasillos y al realizar llamada a las fuerzas policíacas, estos dicen que no los pueden llevar ni procesar, no les pueden ejercer la ley, ¡porque simplemente no existen!
En mi trabajo, mientras remodelaban, una persona ingresó a robar y gracias a las cámaras e indagando con los vecinos pudimos localizarlo, porque la acción de la denuncia, claro está, iba para largo. Lo encontraron ahí, sentado en la banqueta del albergue desempacando un celular nuevo, hicimos la llamada a la policía y ¿adivine usted que pasó? No se lo pueden llevar ¡porque no procede hacerles nada!
Mi jefe es donador de la iglesia del sacerdote que mantiene el albergue y al notificarle, su respuesta fue básicamente: "no soy responsable por lo que hagan y no puedo hacer nada para rectificarlos"
Hace unos 5 días le ofrecí a uno que pedía dinero en el crucero junto al albergue, unos trapos y un limpiador de auto, de esos que le decimos mechudo para que limpiara carros justo como lo hace enfrente el anciano en muletas al que le falta una pierna y me contestó: "No gracias, gano más pidiendo para comer"; Entonces me di cuenta que no basta cuanto les demos, donemos y ayudemos, nunca va a ser suficiente para los que "solo están de paso" y en algún momento será insostenible para los que siempre hemos estado aquí, trabajando todos los días.
Y no se espanten, por supuesto entiendo las penas que han pasado y las que les faltan pasar, pero considero que la forma de ayudar correcta es enseñarles a pescar y no darles el pescado.