Un embarazo saludable para evitar un parto prematuro

Un embarazo saludable para evitar un parto prematuro Un embarazo saludable para evitar un parto prematuro.

Un parto prematuro es algo que surge espontáneamente y, aunque no se puede prevenir, sí existen diferentes pautas para llevar un embarazo saludable. Primeramente, es fundamental recibir una atención médica prenatal de manera regular para alertar de cualquier anomalía tanto en la salud de la madre como en la del bebé, además, es la ocasión ideal para plantear preguntas sobre cualquier duda que se tenga.

Según distintas investigaciones, las personas que siguen una dieta saludable y que consumen grasas polinsaturadas tienen una menor probabilidad de tener un parto prematuro, ya que mantienen su cuerpo sano. Estas grasas saludables se encuentran en alimentos como las nueces, semillas o aceite de semillas y pescados como el salmón, el arenque, el atún blanco e incluso la trucha, entre otros.

La dieta saludable se enmarca en un estilo de vida sano, por lo que consecuentemente se debe evitar consumir sustancias nocivas como el tabaco o el alcohol, para mantener así una vida lo más saludable posible durante todo el periodo de embarazo. Finalmente, esperar un tiempo entre embarazos es crucial, ya que tener dos embarazos en menos de seis meses aumenta la probabilidad de tener un embarazo prematuro.

Mientras más prematuro es el parto, más complicaciones puede conllevar para la mamá y el recién nacido. La complicación más común es que los pulmones son inmaduros, ya que es lo último que se forma antes del nacimiento, normalmente en la semana 36. No obstante, si existen sospechas de que el bebé podría nacer antes de tiempo, se puede realizar la valoración del nivel de desarrollo pulmonar del feto y valorar la posibilidad de administrar tratamiento para acelerar el desarrollo pulmonar y que el niño nazca en las mejores condiciones posibles.

En general, el equipo médico valorará cada caso especial de amenaza de parto prematuro y considerará la mejor manera de resolver dicho nacimiento, en función de las condiciones de salud de la madre y del feto, pudiendo concluir mediante cesárea o parto vaginal. En caso de que eso suceda, se recomienda dar a luz en una clínica que cuente con una unidad de cuidados intensivos neonatales especializada para recibir el trato necesario acorde al parto.