evitarlos, es bastante difícil. Se cree que se debe a la acumulación de gases en el vientre del bebé, debidos a su predisposición natural, inmadurez del sistema digestivo, a la alimentación de la madre, alergias, empachos, mala posición a la hora de amamantar o dar el biberón, etc.
Seguramente, si tu bebé tiene cólicos, berrea desconsoladamente, incluso durante horas (mostrando dolor), mueve brazos y piernas desesperadamente, suele presentar la barriguita dura e hinchada, especialmente en horas vespertinas, está nervioso y poco receptivo al juego o a los cariños. La situación es difícil porque el nervio con el que llloran y su respiración alterada, provocan que traguen todavía más aire, pero no tenemos que desesperarnos, según vayamos observando al bebé podemos experimentar y conocer aquello que le proporciona algo de consuelo.
A mi pequeño, por ejemplo, le ponía muy nervioso que hubiera estímulos externos: visitas, televisión, luces brillantes, etc. y, por raro que parezca, tampoco podía soportar que quisiéramos darle un masajito en la tripita o un baño calentito y relajante. Lo único que le consolaba era sentir calor en su tripa y sentirse agarrado con un tremendo abrazo de oso. Como medidas generales para combatir los cólicos de los bebés debemos intentar:
1. Si toman pecho: evitar nosotras ingerir ciertos alimentos que sean flatulentos como las coles y legumbres, asimismo es conveniente eliminar temporalemente productos lácteos, frutos secos o bebidas estimulantes con cafeína. Debemos también mantener una correcta posición para amamantar y siempre hacerles eructar después de cada pecho (aunque estén adormilados).
2. Si toman biberón: tener en cuenta el tamaño del orificio y la forma de la tetina para que no traguen aire (existen biberones y tetinas anticólicos). Se debe evitar una alimentación excesiva o demasiado rápida. También podemos probar con otra fórmula diferente de leche (tu pediatra podrá asesorarte).
3. Tu pediatra puede recetarte algún medicamento como la simeticona o recomendarte infusiones de hinojo y manzanilla para evitar la producción de gases o aliviarlos.
4. Proporcionar al bebé un ambiente tranquilo y cálido. Los masajes y ejercicios como levantarles las piernecitas presionando ligeramente el abdomen con las rodillas pueden facilitar la expulsión de gases.
5. Abrazarles, acunarles o presionar ligeramente su tripita mediante la posición de aviador, puede servirles de alivio y tranquilidad.
6. A pesar del dolor abdominal, los bebés comen y suben de peso normalmente, muchas veces comen en exceso porque la succión les tranquiliza y las digestiones pueden verse alteradas. Ofrecer el chupete, si el niño quiere realizar tomas muy seguidas, no por hambre, sino por relajarse.
Fuente: Guiainfantil.com