Por qué es tan peligroso el bisfenol A en el embarazo

Por qué es tan peligroso el bisfenol A en el embarazo Por qué es tan peligroso el bisfenol A en el embarazo .

El bisfenol A (BPA) es un compuesto químico que se ha utilizado durante años en la fabricación de plásticos, concretamente de resinas epoxi y policarbonato de plástico, que se utilizan en su gran mayoría en el sector alimentario. La gran alarma social la causó el hecho de que el policarbonato de plástico fuese el plástico básico en la fabricación de chupetes y biberones, algo que en los últimos años ha ido desapareciendo en favor de otros plásticos con menos connotaciones negativas –al menos por el momento.

El BPA se caracteriza por su influencia disruptiva en el sistema endocrino y su alteración en el funcionamiento de muchas hormonas, sobre todo de las hormonas sexuales. El BPA es capaz de ocupar el lugar de las hormonas suplantando su identidad, e impidiendo que la propia hormona se una a su receptor para realizar su función biológica.

Durante el embarazo este hecho alcanza una importancia vital, ya que su acumulación puede producir anomalías o defectos en el desarrollo sexual del feto. Al dificultarse la diferenciación entre el sexo masculino y femenino por la alteración de la síntesis hormonal, el feto no se desarrolla correctamente y en consecuencia puede nacer un bebé de sexo visualmente no definido.

Adicionalmente, el BPA se acumula en el tejido graso a lo largo de la vida, no eliminándose en su totalidad, y además es capaz de atravesar la barrera placentaria, transmitiéndose de madres a hijos, por lo que los problemas no terminan ahí sino que pueden además afectar a la salud futura tanto de la madre como del bebé de forma permanente.

De acuerdo con investigadores internacionales, el BPA es capaz de alterar la microflora bacteriana del feto, gracias a su capacidad para traspasar la barrera placentaria y alcanzar el tracto gastrointestinal del feto. Además de esta alteración que, al representar la primera línea de defensa frente a infecciones puede causar problemas en el desarrollo y funcionamiento del sistema inmune del feto, el BPA se caracteriza por causar una inflamación tanto en el hígado como en el intestino grueso y delgado del feto que se prolonga tras el nacimiento.

Lamentablemente, la presencia de estos factores, el aumento en la permeabilidad del intestino (tendencia a perder nutrientes esenciales) y la disminución en la variabilidad de poblaciones bacterianas se considera un marcador que aumenta el riesgo de aparición de enfermedades crónicas como la obesidad, el cáncer de colon o la diabetes. Según los investigadores sugieren, la alteración del ecosistema microbiano del feto o del recién nacido puede aumentar también la aparición de alergias alimentarias y de asma.

 

 

 

Fuente: Guiainfantil.com