Para afrontar la enfermedad con fuerza, es necesario e imprescindible estar bien nutridos. Las carencias nutricionales provocaran una bajada de nuestras defensas y eso, en un proceso de cáncer es peligroso. Cualquier infección se puede complicar, sobre todo si estamos con quimioterapia.
- Pescado blanco y marisco: merluza, rape, bacalao, langostino, lubina, dorada, corvina, etc.
- Jamón cocido bajo en grasa y pavo
- Carnes blancas. Pollo, conejo, cerdo (solo partes magras)
- Huevos cocidos (evitar la yema cruda)
- Patata cocida, arroz, pasta, pan tostado y cereales de desayuno.
- Aceite de oliva: comprar el de baja acidez (0,2º).
- Frutas dulces al horno o en compota: pera, manzana, membrillo.
- Verduras suaves: judía tierna, zanahoria, calabacín, calabaza.
- Licuados de hortalizas y fruta: zanahoria y papaya o manzana.
- Lácteos desnatados: sobretodo yogur desnatado y quesitos desnatados.
El ginseng y jengibre, tomado en infusiones, ayuda a mejorar las náuseas. Pero no lo tomes si padeces gastritis, que es muy común en las personas con cáncer.