¿Qué tan mala es la sal en realidad?

¿Qué tan mala es la sal en realidad? ¿Qué tan mala es la sal en realidad?.

Retirar los saleros de las mesas de restaurantes y crear una atmósfera de pánico son algunos de los efectos que han creado las tendencias en contra de la sal, un ingrediente básico en la cocina y cuyo consumo fue relacionado por mucho tiempo como un detonante de la hipertensión arterial, un mal crónico que puede tener desenlaces fatales. Sin embargo, otros especialistas llaman a terminar lo que definen como "la guerra contra la sal".

Por citar un ejemplo, organismos internacionales como la American Heart Association señala que los niveles ideales de consumo de sodio deben mantenerse en un máximo de 1500 miligramos diarios, una cifra que únicamente puede cumplirse al no añadir ni un solo gramo de sal al proceso de preparación de alimentos o cuando estos ya están servidos, lo que representa una cifra poco realista para especialistas en cardiología y nutrición. 

En ese sentido, un estudio consultado por el periódico The New York Times reveló que una dieta reducida en sodio puede incluso aumentar el riesgo de una enfermedad cardiovascular, ya que un grupo de personas que consumió menos de 3,000 miligramos registró una mayor incidencia en comparación con aquellos que ingirieron hasta 7,000 gramos por día. 

Por otra parte, un reporte diferente señaló que si bien las personas con hipertensión pueden sufrir graves estragos en su salud al exceder la ingesta de sodio, no hay evidencias de que un consumo regular de sal contribuya al desarrollo del trastorno, ya que factores como la genética, obesidad, el abuso de alcohol y estrés juegan un rol más decisivo en la material. 

Finalmente, los médicos señalan que el consumo moderado de sal en el rango de 3,400 miligramos al día o menos, ofrecer mejores opciones a los comensales y evitar el retiro de saleros, así como reducir las cantidades de sodio en los alimentos enlatados son acciones que llevan a un camino en la dirección correcta para encontrar las verdaderas causas de la hipertensión y otras afecciones como infartos.

 

 

Información: Agencias
Fotografía: Redes