¡Mucho ojo con las heridas!

¡Mucho ojo con las heridas! ¡Mucho ojo con las heridas!.

Sufrir una herida o cortada es una situación común si se practica algún deporte, el realizar actividades físicas o incluso al cocinar. Sin embargo, en todas estas circunstancias, es importante vigilar su cuidado y su proceso de cicatrización para evitar una infección que puede tener serias consecuencias. Con estos consejos, podrás conocer algunos pasos a tomar en un caso leve, pero si se trata de un caso grave o una cortada de profundidad, se debe acudir al médico.

¿Cómo saber si no está infectada?

Tras aplicar el vendaje, se debe revisar que la herida esté cicatrizando con un color sonrosado que se oscurece con el paso de los días, además de registrar una temperatura habitual y no causar dolor al tacto, así como no tener signos de inflamación e hinchazón en la zona afectada.

¿Y si hay infección?

Más allá del aspecto de la herida, los signos aparecen a nivel corporal de diversas formas. Se incluyen síntomas como la fiebre, enrojecimiento de la zona e hinchazón, con secreción de pus y dolor al tacto. Por si fuera poco, tiene un mal olor y aspecto desagradable, muestra de que las bacterias evitan la correcta cicatrización de la zona.

¿Qué hacer en caso de emergencia?

Antes de acudir a recibir atención médica, se pueden tomar pasos previos e inmediatos para favorecer el proceso de recuperación. Primero, se debe lavar la herida con un jabón neutro para desinfectar la zona, además de secar con cuidado utilizando una gasa estéril, ya que al recurrir a una toalla o servilleta se puede contaminar con bacterias y microbios.

 

 

 

Información: Agencias
Fotografía: Redes