La ciencia ha demostrado que una alimentación óptima en los primeros mil días, desde la gestación, es clave para formar hábitos a largo plazo y moldear su salud futura, ya que 80 por ciento de su bienestar a lo largo de la vida de un bebé depende del medio ambiente, no de la genética, dijo en entrevista.

Una alimentación adecuada en ese lapso de tiempo permite recuperarse más fácil de enfermedades infantiles, prevenir malestares futuros, tener mejor capacidad de aprendizaje en la escuela y alcanzar su máximo potencial.

Para lograrlo, es importante promover una adecuada nutrición desde el embarazo, cubriendo los nutrimentos básicos como ácido fólico y hierro.

Y a partir del parto se debe fomentar la lactancia materna como alimentación exclusiva en los primeros seis meses de vida del neonato. Tras dicho período, o en casos especiales en que la madre no pueda dar alimentación a pecho, es vital iniciar la correcta introducción de alimentos complementarios a la leche materna.

Tania Barta, responsable del programa educativo "Comienzo sano, vida sana", de Nestlé, mencionó que 30 por ciento de los bebés en México, antes del año consumen sustitutos como la leche de vaca o atoles, lo que puede ocasionar problemas en su salud.

"Las proteínas de leche de vaca son muy grandes para que las puedan digerir los bebés y hay que impactar para mejorar la vida de ellos. Una estrategia del programa y de la empresa es que no falte la lactancia; la batalla es contra los sustitutos inadecuados", subrayó.

Precisó que "Comienzo sano, vida sana", se basa en tres pilares: desarrollar investigación en lactancia y nutrición materno infantil, desarrollo de productos (fórmulas infantiles) de acuerdo a los resultados de las investigaciones y dotar de herramientas a las madres y padres de familia para fomentar la lactancia.

Información: NOTIMEX
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