Los Rayados fueron pagados con la misma moneda con la que ellos ganaron a mitad de semana, al recibir un gol en los últimos minutos, mostrando poca ambición y dejando ir una ventaja de 2-0 y la paciencia de Morelia rindió frutos al finalizar empatando el encuentro.

Apenas habían transcurrido cinco minutos de partido cuando Pizarro fue derribado en los linderos del área, para tener un tiro libre directo que ejecutó Dorlan Pabón con potencia, razón por la cual Sebastián Sosa no pudo quedarse con la pelota, dejándola a la deriva para que Stefan Medina la mandara a guardar, poniendo el primer gol partido.

Ya con el 1-0 desde los seis minutos, Monterrey controló el partido, viéndose peligroso al ataque. En varias ocasiones Pizarro se plantó dentro del área frente a la portería, pero en cada una de ellas decidió mal, al buscar pasar la pelota teniendo la oportunidad de tirar.

El marcador se amplió mediante a un tiro de esquina. Dorlan Pabón centró para que llegara sin marca Guillermo Madrigal y conectara de cabeza, logrando el 2-0 de la noche.

Así finalizó el primer tiempo pero en el complemento, de nueva cuenta Monterrey bajó las revoluciones y dejó crecer a su rival, quienes de inmediato aprovecharon las facilidades que dio Rayados al ceder la iniciativa y con un error de Jonathan González en la salida entregó la pelota.

Nico Sánchez demostró que no solo mete goles, sino que también los evita, cortando jugadas prometedoras de Morelia sobre el área de Marcelo Barovero, Mostrando los michoacanos un mejor futbol que los albiazules.

Al 69 de tiempo corrido Monterrey volvió a fabricar una jugada de gol, la cual se quedó ahogada en la garganta de los 40 mil 129 aficionados, al ver como el disparo de Guillermo Madrigal se estrellaba en el travesaño.

Carlos Sebastián Ferreira le puso justicia al marcador. Morelia había sido mucho mejor que el Monterrey durante prácticamente todo el segundo tiempo y encontró la recompensa al minuto 86, tras una atajada de Barovero en un cabezazo de Ferreira, él mismo contra remató para marcar el gol del empate a dos.

Todavía Morelia tuvo más aproximaciones, pero para fortuna rayada fueron pitados en fuera de lugar.

Tras el silbatazo final, con un sonoro abucheo la afición despidió al equipo, que quedó a deber no solo en el resultado, sino también en lo futbolístico y sobretodo en el espectáculo. (Información ABC)