Canción

Canción Canción.

¿No les ha pasado que están a toda madre en su vida cotidiana, su trabajo y así, y de repente, conocen a alguien o “alguienes” en su historia que los motivan a cantar “…hasta que te conocí, vi la vida con dolor…”?

 ¿No?  ¿Solo a mi?

Ok, les platico la experiencia.

Resulta de que cuando más a gusto estas en el trabajo, o en tu vida social y conoces a “personas”, “gentes” que solo con ver dices: “¿neta?” empiezas a desear que tu día de trabajo o la reunión donde estés pase velozmente, y te dan ganas de preguntarle: “¿Por qué eres así?”  “Qué despreciable” “¿Por qué te haces llamar persona?” “¿Qué carajos tienes en el interior de tu cráneo?” “aaaagggh te voy a echar raid”.

Eso pasa porque éstas “acostumbrado” a tu dulce vida de Heidi de las praderas y cuando llega “Masiosare”, un extraño enemigo, te perturba, mueve el piso de tu palacio de cristal y viene el rencor contra el mundo, el universo y el cielo.

Pero si se toma uno el tiempo, si parás respiras y cambias la canción, o sea dejas de cantar la de JuanGa y empiezas a cantar “Depende” de Jarabe de Palo, te das cuentas que es así como dice la canción: “…depende, de qué depende, de según como se mire todo depende-e-e-e”.

Si porque lo que debemos hacer es dejar de amargarnos el día por un mindundi que a fin de cuentas ni te va ni te viene, y lo que hay que hacer es verlos como maestros, ¿que qué estoy diciendo? ¡¿maestrooos?! ¿Cómo voy a decir que esos tarados con suerte, castrantes y serviles pueden ser maestros?; pues sí porque de ellos se aprende a NO SER NUNCA ASÍ; ellos nos enseñan la parte oscura de la vida, esa que mientras íbamos por el camino amarillo no sospechábamos que pudiera existir, así que sí, ellos, “esas gentes”, “esos alguienes” debemos reconocerlos como maestros, (aunque nos repugne el verlos u oír su voz ), ellos también son útiles, un mal necesario (parece que no, pero sí).

Así que cantemos “Depende”, vivamos y dejemos vivir, sobre todo vivamos y vivamos bien, a nuestro ritmo, en nuestra pradera, pues al final del día, de todo hay en la viña de Señor, ¿no?
A mí me funciona.
Solo una cosa más…SONRÍAN A QUEMARROPA


LOLA