Djokovic doma a Del Potro

Djokovic doma a Del Potro Djokovic doma a Del Potro.

Novak Djokovic conquistó su tercer título del US Open y su segundo consecutivo en un Grand Slam este año para empatar con 14 a Pete Sampras en la lista histórica, tras doblegar ayer domingo 6 4, 7 6 (4), 6 3 a Juan Martín del Potro, frustrándole al argentino su ilusión de reinar en el torneo nueve años después.

Ágil para cubrir cada centímetro de la cancha y astuto en momentos clave, Djokovic absorbió los mazazos de la temida derecha de la "Torre de Tandil" hasta domarle la artillería en tres intensos sets. Fue la versión del tenista considerado como el máximo exponente defensivo del tenis.

"Tenía la ilusión de que iba a estar aquí, pero no lo está", dijo Djokovic sobre Sampras. "Es mi ídolo. Pete, te quiero".

Después de una aciaga primera mitad de 2018, marcada por un rosario de derrotas prematuras ante adversarios de escasa jerarquía, el serbio de 31 años completa la temporada en los Grand Slam con dos trofeos - se consagró en Wimbledon hace ocho semanas.

Djokovic se perdió el US Open del año pasado por una lesión en el codo derecho que precisó de una cirugía y llegó a quedar fuera de los 10 primeros del ranking.

Pero dio un vuelco tras sucumbir en los cuartos de final del Abierto de Francia ante Marco Cecchinato y a partir del lunes aparecerá como el número tres del mundo y con un margen favorable para darle alcance a los dos primeros, Rafael Nadal y Roger Federer. También se ha prendido en la liza por el récord de títulos en los Slam, en una tabla que Federer y Nadal lideran con 20 y 17 títulos, respectivamente.

Djokovic le dio la vuelta a un 0-40 en el octavo juego del primer set, contuvo la furiosa reacción del campeón de 2009 al llevarse el segundo parcial que se definió en un desempate tras 95 minutos de duración y sentenció con un smash en la red tras amansar una última acometida de su rival.

"Tuve que jugar al límite casi todo el tiempo", dijo Del Potro.

Con la pista cubierta en un día lluvioso en Flushing Meadows, el ambiente y acústica en el estadio Arthur Ashe asemejó más el de un estadio de fútbol argentino. Los olés y cánticos pro Del Potro predominaron, entusiasmando a los espectadores neutrales, entre ellos la actriz Meryl Streep, una múltiple ganadora de premios Oscar.

Pero nada de eso amedrentó el espíritu combativo de Djokovic, quien impuso su voluntad con su fenomenal capacidad en la devolución de saques y tenacidad para pelear por puntos interminables.

Todo parecía liquidado cuando Djokovic quebró el saque a Del Potro en el segundo juego del segundo set y se puso arriba. Pero el argentino no bajó los brazos y capitalizó sus primeras bolas de quiebre en el siguiente juego.

Del Potro dispuso de opciones para nivelar el duelo: tres bolas de quiebre que no pudo concretar en el marcador 3-3. Djokovic resistió para llevarse un game de 22 puntos y que superó los 20 minutos. Luego en el desempate, Djokovic reaccionó tras quedar abajo 1-3 y dominó seis de los siguientes siete puntos para encarrillar la victoria.

En su primera final de Grand Slam desde su coronación aquí en 2009, Del Potro acabó con los ojos llorosos en su silla.

Igual, la actuación del argentino ha sido admirable en un año durante el que consolidó su retorno a la élite tras ver en peligro su carrera con cuatro cirugías en las muñecas, tres en la izquierda, que se sucedieron tras derrotar a Federer en aquella final de hace casi una década. Llegó a hundirse en el puesto 1.045 del ranking en febrero de 2016. Su temporada incluyó la semifinal en Roland Garros, cuartos en Wimbledon y la final en Nueva York.

"Gracias a toda Argentina, que sentí la energía", señaló Del Potro. A veces uno puede ganar un torneo o perderlo, pero el amor de la gente vale lo mismo que la copa, una copa que ya tengo. Me llevo el cariño de todos ustedes".

 

 

 

Información: El Siglo de Torreón 
Fotografía: Redes