Emiliano Salas fue el primero

Emiliano Salas fue el primero Emiliano Salas fue el primero.

Por: Mónica Hernández Roa

 

En Mayo de 2016, Emiliano Salas, un joven estudiante de Leyes quien tiene la condición de Asperger, fue el primer promotor de los cambios en las leyes en Nuevo León para garantizar los derechos y la inclusión de las personas no sólo con la condición del Trastorno del Espectro Autista (TEA), sino de todas aquellas que entren en el parámetro de ‘discapacitados’ como lo señala la Organización Mundial de Salud (OMS) y la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

 

Luego de que Emiliano, quien posee la condición de TEA iniciara estos cambios en el estado de Nuevo León, el mismo gobernador entrante, Jaime Rodríguez Calderón, emitió un Decreto en diciembre de 2016, para publicar por primera vez la LEY PARA LA ATENCIÓN Y PROTECCIÓN DE LAS PERSONAS CON LA CONDICIÓN DEL ESPECTRO AUTISTA Y/O TRASTORNOS DEL NEURODESARROLLO DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN.

Esta Ley es hermana de la misma que fuera publicada igualmente por decreto por el presidente Enrique Peña Nieto en el entonces Distrito Federal y desde el 2015 tiene carácter federal.

A partir de que Daniel Emiliano Salas se parara en el Congreso de Nuevo León para presentar dos iniciativas en la Oficialía de Partes, la voz de los más desprotegidos se hacía valer por primera vez y era a través de Emiliano quien, con decisión y valor, y apoyado de manera irrestricta por su familia, señaló ante los medios de comunicación que sus derechos deben ser una realidad, y dijo que lo haría a través de la fuerza imparable de una Ley y de los cambios legislativos que se necesitaban en el estado; las reacciones no se hicieron esperar.

Los funcionarios tanto federales como estatales, así como los diputados de ambos congresos y personas involucradas en el tema como psicólogos, maestros, la USAER de la SEP, Derechos Humanos y organizaciones civiles se dieron a la tarea de secundar el esfuerzo de este joven que lo único que buscaba era hacer realidad los derechos de los discapacitados tanto en materia educativa como laboral, y quería dejarlo por escrito, porque como dicen en el argot de los abogados “lo que no está escrito no es ley”.

En este despertar de la comunidad neolonesa, se encontró la ayuda, el trabajo y el apoyo incondicional de la diputada del PRI, Gloria Treviño, quien encabezó de manera fehaciente esta lucha y pudo tocar y abrir puertas en el ámbito de Salud en el estado y logró que algunos alcaldes, no todos, firmaran y se comprometieran para hacer valer los derechos de las personas con discapacidad a través del llamado “Pacto por el Autismo”.

A esta lucha sin precedentes en Nuevo León se sumó otro estudiante con autismo, esta vez de ingeniería, llamado Mario Antonio López Herrera, quien no ha dejado de estar en todas las luchas para los derechos tanto de los niños y personas con Asperger y con otros trastornos y discapacidad en Nuevo León.

El Pacto por el Autismo que se firmó en el 2017 en el Congreso local, señala principalmente un compromiso de los actores políticos y de Salud Pública en Nuevo León para la inclusión de las personas discapacitadas en el ámbito laboral, el cual, hasta hoy, sólo ha sido un documento con firmas, pues aún se percibe lejos hacer una realidad que estos jóvenes puedan integrarse a través de un empleo en la sociedad.

En este largo trayecto de lucha, los resultados van brotando poco a poco y hoy en Nuevo León tenemos una buena noticia para celebrar.

El día de ayer, 24 de septiembre de 2018, se publicó en el Diario Oficial del Estado de Nuevo León un nuevo orden legal: el Reglamento de la Ley para la Atención y Protección de las personas con la condición del Trastorno del Espectro Autista (TEA).

Dicho documento hace referencia de todas las instancias del estado que deben procurar la atención, diagnóstico e inclusión de las personas que poseen esta condición, y al quedar reglamentado y sujeto a la Ley expedida en el 2016, también lleva por ordenamiento sus respectivas sanciones.

El camino de la lucha por las personas con autismo es largo, ha sido extenso, y aún estamos muy lejos de lograr que las condiciones de vida de las personas con este trastorno puedan equipararse a las oportunidades que tienen las personas que no poseen discapacidad alguna.

Nos falta que se involucre la sociedad, Desarrollo Social, el magisterio, los sindicatos, la Normal de Maestros de Nuevo León, las facultades de Psicología, Nutrición, Medicina, Odontología, así como las secretarías de Seguridad Pública del Estado, DIF, y un largo etcétera, en el que están incluidas la SEP, la USAER y las Universidades ¡todas!

Las mamás de los niños con autismo tenemos un largo camino por delante, cientos de puertas que tocar, cientos de puertas por tocar más de diez veces hasta que se abran, médicos, maestros y psicólogos que deberán involucrarse para el desarrollo de estos chicos en la sociedad.

Yo soy la mamá de Emiliano, y tengo que decirlo con todas sus letras: él, este pequeño que tenemos en casa que es silencioso, tímido, callado, pero que posee una inteligencia extraordinaria, este chico que no quiere dar entrevistas, no quiere ser famoso, no habla de sus logros en el Facebook, ni siquiera habla de que ya se recibió de abogado y que le urge empezar la maestría y luego el doctorado, él, que no quiere escribir un libro sobre su vida y no quiere ser un ejemplo para nadie, se reconoce con sencilla modestia como el iniciador de todos estos cambios en Nuevo León y que ya no tienen vuelta para atrás.

No quiere que lo abracen, no quiere que lo feliciten, pero yo lo conozco, es mi hijo, y sé que esa sonrisa que emite en silencio y cuando me ve firmemente y con complicidad, significa que está contento por haber iniciado esta lucha y la cual aún, no sabemos hasta dónde nos llevará.

Emiliano es el famoso de esta casa, y cuando estás detrás de un chico así, aún hay muchas puertas por tocar y muchas muchísimas más por abrir.