No al Peje, sí a México

No al Peje, sí a México No al Peje, sí a México.

Por Mónica Hernández-Roa

Los medios de comunicación deben dejar de seguirle su jueguito a López Obrador: "Yo digo, tú contestas", "Yo opino, ustedes reaccionan", "Yo critico, ustedes se vuelven locos en la redes"...

Quizá si dejásemos los reporteros de seguirle su jueguito, quizá si dejásemos de cubrirlo en sus inútiles conferencias mañaneras -que no son otra cosa que una gran pérdida de tiempo- quizá y quizá así, este señor Presidente, se ponga de una buena vez a trabajar.

Deben dejar de pelarlo los reporteros, así dejará de dar conferencias mañaneras en un auditorio con sillas vacías.... ¿No creen?

Porque mientras este señor se ocupa en no ocuparse, habemos mexicanos que sí nos paramos muy temprano todos los días para trabajar hasta muy noche y así colaborar con la economía de este país.

Este Presidente tenía 18 años de no trabajar, se la pasó hablando y hablando sin aportar en nada al país. Hoy no quiere dejar de hablar y tampoco quiere ponerse a trabajar.

Cada quién lucha por su país, su patria y hasta por su prestigio propio y personal, López Obrador quería que lo recordáramos y comparáramos con Benito Juárez. Le voy a enviar a nuestro presidente unos tres libros que tengo por aquí para recordarle cuán lejos está él de parecerse a Juárez. Porque nuestro gran Benemérito de las Américas, lejos de estarse peleando con los países, fue precisamente nuestro presidente, indígena y oaxaqueño, el que dejó para la historia y para la humanidad, su incólume frase: EL RESPETO AL DERECHO AJENO ES LA PAZ. Y no fue sólo una frase, fueron sus hechos los que le hicieron inmortal.

Porque a diferencia de AMLO, Juárez no tenía mucho tiempo para hablar, tenía que sacar de México a dos invasores: A un europeo, y a la Iglesia. Tenía que poner en orden una nación afectada por tantas guerras e invasiones. ¿El Peje cree que no estamos en guerra? ¿Y qué cosa piensa que es el narcotráfico en México?..

Ese, es sólo uno, de los cientos de problemas que tiene México y que ocupan de todo el poder del Estado para resolverse.

Andrés Manuel no es tonto, conoce todos los problemas que nos afectan a los mexicanos, pero sigo sin entender por qué desperdicia esta única e irrepetible oportunidad histórica de hacer el mejor papel como hombre, por y para su patria y su nación.

La decepción de los amloístas ya se deja sentir, las expectativas en él fueron muy altas y hoy se reducen cada vez que abre la boca para hablar de sandeces como la recientemente donde exige que España le pida a México disculpas por la conquista, la cual sucedió hace 527 años; nomás…

Cada minuto que él desperdicia, como hombre y como Presidente de México es una pérdida para nosotros y para él mismo, además riéndose de los medios de comunicación que se hartarán, tarde que temprano, de su jueguito inútil y fatuo, sin ningún beneficio para nada ni para nadie.

Mientras El Peje cava su propia tumba política, nosotros, los preocupados y trabajadores mexicanos, nos partimos la madre cada día para sacar adelante a nuestras familias y a nuestro estado, sin perder el tiempo en pendejadas y chingándole -como decía Octavio Paz, que por eso somos unos "hijos de la chingada"- como sabemos hacerlo (los que sí trabajamos) para mejorar nuestro entorno y nuestras vidas.

Pensé, alguna vez, que Vicente Fox era el presidente de México que más pendejadas ha dicho en la historia. Perdónenme, sólo por hoy pido disculpas, porque por esta vez, me equivoqué.