Cómo hacer desaparecer los mocos y flemas de los niños

Cómo hacer desaparecer los mocos y flemas de los niños Cómo hacer desaparecer los mocos y flemas de los niños.

En realidad la mucosidad es un mecanismo de defensa para el organismo del niño, fortaleciendo su sistema inmunitario y limpiando las vías aéreas de gérmenes. Aun así, a pesar de su importante función, cuando la mucosidad es excesiva, el niño va a estar muy incómodo (insomnio, falta de apetito, fatiga, sensación de ahogo, vómitos) y si se prolonga en el tiempo puede producir complicaciones como la otitis o bronquitis; por eso es importante tratar de eliminarla, o al menos que no llegue al punto de ser excesiva. Ahí es donde los adultos podemos ayudarles.

Si tras la visita al pediatra no se detecta ningún tipo de complicación asociada, os damos unas pautas muy importantes para mantener la mucosidad controlada.

- Hidratación
En el caso de los bebés se aconseja la lactancia materna a demanda, el cuerpo de la madre se irá ajustando a las necesidades del bebé. En el caso de los niños más mayores, aunque no se ha podido demostrar que la hidratación esté relacionada con la fluidez de los mocos, al estar congestionados respiran por la nariz y tienen reseca la garganta, siendo una herramienta para aliviarles. Ingiriendo líquidos también se tragan las flemas, disminuyendo el riesgo de complicaciones asociadas. Aparte de esto, mantener la hidratación es muy importante ya que a menudo pierden el apetito y tienden a vomitar.

- Ambiente ventilado y húmedo
Ventilar su habitación, evitar el humo del tabaco en su entorno, sacar al niño a tomar el sol y el aire puro. Si el niño lo tolera, es aconsejable utilizar un humidificador en su habitación, manteniendo una limpieza diaria para evitar la formación de hongos en el mismo.