La bronquiolitis en niños y bebés cursa igual que un cuadro catarral con tos y mocos; posteriormente, afecta a los bronquiolos manifestándose clínicamente en forma de dificultad respiratoria. El niño, probablemente, tendrá la nariz con mucha mucosidad y fiebre baja durante dos o tres días.
Luego, es probable que empiece a toser, a respirar rápido y con dificultad, y a presentar sonido de silbidos (sibilancias) en el pecho durante otros dos o tres días. Hay que tener paciencia, porque la enfermedad se puede prolongar entre 7 y 10 días y la tos, por ejemplo, puede llegar a durar hasta cuatro semanas.
Los padres han de tener cuidado con cierto síntomas de alarma que supondrían la visita inmediata al pediatra. Estos son:
- El niño respira muy deprisa
- Le cuesta respirar (se le marcan las costillas) o deja de respirar en algún momento
- Presenta tal estado de agotamiento que no es capaz de ingerir ningún alimento
- Vomita lo poco que come
- Rechaza los líquidos
- No moja el pañal, no hace pis
- Tiene sueño contínuamente
- Se queda por todo
- Tiene el rostro pálido
- Los labios y la punta de los dedos se tornan azules
Fuente: GuiaInfantil.com