Para aliviar el malestar que provoca aquí te proponemos algunos trucos caseros, aunque siempre recomendamos acudir al especialista para valorar el alcance de la lesión.
1- Aplicar un secador a una temperatura no muy elevada durante un máximo de 3 minutos cerca del oído, nunca directamente, para que el aire caliente entre en él ayudando a diluir el líquido acumulado en el interior.
2- Exprimir un ajo y aplicar una gota en el oído. Tiene cualidades analgésicas y actúa como un antibiótico natural que puede contribuir a aliviar el dolor.
3- Poner unas gotas calientes (que sean soportables, claro) de aceite de oliva o de aceite de almendra en el oído ya que actúa como un lubricante aliviando el picor y la sequedad del mismo.
4- Colocar una bolsa de agua caliente envuelta en un paño sobre el oído.
5- Aplicar 3 gotas de leche materna en el oído.
6- Poner a cocer una cebolla pequeña o un poco de jengibre en agua. Dejar enfriar y escurrir. Poner en el oído 2 o 3 gotas de este líquido puede aliviar el dolor.
7- Cuando el niño tiene edad suficiente para poder masticar chicle, este gesto puede aliviar la presión del oído ayudando a que se ventile permitiendo su drenaje.