La dermatitis exfoliativa generalizada, también conocida como eritrodermia, es una inflamación grave que afecta a toda la superficie de la piel hasta enrojecerla, agrietarla y cubrirla de escamas, de acuerdo con Mercedes Elena Gonzalez, especialista en dermatología pediátrica de la Facultad de Medicina Miller en la Universidad de Miami.
En ciertos casos, se trata de una complicación de otras enfermedades de la piel, como dermatitis atópica, psoriasis y la dermatitis de contacto o determinados linfomas.
Esta enfermedad puede desarrollarse en un periodo diferente en cada paciente, por ejemplo, al principio toda la superficie de la piel se enrojece y brilla, luego la piel se vuelve escamosa, gruesa y en ocasiones costrosa.
Puede aparecer en cualquier parte del cuerpo, a veces, provoca que el cabello y las uñas se caigan. Algunas personas sienten comezón y tienen los ganglios linfáticos inflamados.
Es importante mencionar que la piel lesionada es altamente propensa a sufrir de infecciones, asimismo la persona afectada puede manifestar escalofríos y perder grandes cantidades de electrolitos como sodio, potasio y calcio, además de hierro y proteínas.
Gonzalez explica que el diagnóstico se basa en la historia clínica y en los resultados de la exploración física. Pero el médico debe tener cuidado de no confundir los síntomas con los de un linfoma cutáneo, ya que son muy parecidos, por lo que deben realizar pruebas en las que se analicen muestras de la piel en un laboratorio.
En los casos más graves se requiere de hospitalización, así como la administración de antibióticos para tratar la infección. También se aplican electrolitos por vía intravenosa para reemplazar los líquidos perdidos por la piel.
Por último, menciona que una valoración y tratamiento oportunos son muy importantes para evitar que se produzca una infección en la piel, al igual se debe impedir que la pérdida de líquido y proteínas sea potencialmente mortales.



información: NTX/AYE/ACP
