Es una joya perteneciente a la monarquía Tailandesa, y es considerado el diamante de oro tallado más grande del mundo. 

Fue descubierto en 1985 por De Beers en las Minas Premier de Sudáfrica, precisamente las mismas de las que en su momento se extrajeron los famosos diamantes Cullinan y Centenary. Su peso en bruto era de 755,50 quilates. 

El orfebre encargado de confeccionar la piedra, se llamaba,  Gabriel Tolkowsky, y se le encomendó la complicada tarea de dar forma a la piedra perdiendo el mínimo peso posible y realzando al máximo la belleza de la gema, para que sirviera como regalo para el rey de Tailandia en su cumpleaños 80. 

Por el ta9maño, las inclusiones y las imperfecciones naturales el trabajo se convirtió en un desafío que llevó dos años. El resultado fue un purísimo diamante con reflejos dorado-marrones, de 545.67 quilates, en talla cojín con un total de 148 facetas. 

El diamante recorrió varios países hasta que recaló en Tailandia para una exposición y finalmente fue adquirido a De Beers por un grupo de empresarios locales, encabezados por el joyero Henry Ho, en 1995.

Estos empresarios fueron quienes después, durante ese año Jubileo (que congregó en Tailandia a algunas de las máximas autoridades eclesiásticas mundiales) enviaron la gema para que recibiera las bendiciones del Papa Juan Pablo II; la del Supremo Patriaraca Budista y la del Imán de Tailandia.