A muchos les gusta, a otros no tanto, pero la Salsa Valentina es un producto mexicano muy popular. Se trata de una salsa picante de sabor fuerte que se puede utilizar en una gran variedad de comidas y botanas, desde papas hasta mariscos.
Todo empezó con don Manuel Maciel Méndez, en 1960 con un negocio familiar en la ciudad de Guadalajara, Jalisco, con la elaboración de la tradicional Salsa Tamazula una receta familiar que incluía chiles puya, de árbol y ácido acético.
En solo dos años el éxito de su salsa fue tanto que lanzó al mercado dos nuevas marcas; la salsa Costa Brava y la tan famosa Salsa Valentina.
Pero, ¿por qué decidió llamarla Salsa Valentina?
A Don Manuel le llegó la inspiración de un importante personaje de la revolución mexicana, se trata de Valentina Ramírez Avitia, también conocida como “La Valentina”.
Valentina fue una mujer que, a sus 17 años de edad, hizo lo mismo que la protagonista del filme animado de Disney “Mulán''. Se vistió con prendas de hombre para unirse a las tropas maderistas.
Se enlistó con el nombre de Juan Ramirez y equipada con las botas, la ropa y el caballo de su hermano Atanasio, se unió al movimiento. Gracias a su valentía e inteligencia, Valentina llegó al cargo de teniente. Sin embargo, luego de que un compañero descubriera accidentalmente sus trenzas, la chica fue expulsada de las filas de la revolución.
Para 1969 la veterana fue atropellada en Navolato y desafortunadamente terminó inválida de por vida. Aunque el Ayuntamiento de Culiacán decidió apoyarla inscribiéndola en un asilo, Valentina se escapó y pasó sus últimos años pidiendo dinero en la plazuela y en el mercado de Navolato, muriendo en 1979 siendo sepultada en una fosa común del panteón civil de Culiacán, Sinaloa.
Pese a su trágico final, Valentina se ha convertido en un personaje bastante inspirador para muchos mexicanos y quedó a manera de homenaje, su nombre en una de las salsas embotelladas más populares.
Con informacion: el imparcial
