Los habitantes de Penza, una ciudad rusa ubicada a 643 kilómetros de Moscú, han expresado alarma por un repentino cambio de color en un río local, que ha adquirido un tono verde brillante, según informes de medios internacionales.

La sorprendente transformación del río ha suscitado inquietudes sobre posibles contaminaciones tóxicas en el agua, lo que ha llevado a demandas de investigaciones para determinar la causa exacta de este fenómeno.

Aunque en 2020 el río ya había experimentado problemas relacionados con desbordamientos de aguas residuales, la intensidad del verde observado en esta ocasión ha generado incertidumbre sobre su origen, y se especula que podría estar relacionado con desechos industriales o accidentes en plantas locales.

Según reportes, los residentes locales se han puesto en contacto con el Frente Popular Panruso en busca de respuestas y acciones para abordar la situación. Sin embargo, hasta el momento, la organización no ha emitido comentarios sobre la causa exacta del cambio de color del río.

Aunque se han mencionado posibles vinculaciones con plantas industriales de la región, la administración de la ciudad no ha establecido ni comentado oficialmente sobre la causa del fenómeno, según informes del medio británico Daily Mirror.

Este incidente recuerda otro suceso ocurrido en 2018, cuando otro río ruso experimentó un cambio drástico de color, volviéndose rojo sangre y generando preocupaciones sobre la calidad del agua potable en la ciudad de Tyumen, destacando así los desafíos ambientales que enfrenta la región.