En medio de la devastación y el dolor provocados por los recientes ataques en la Franja de Gaza, surge un rayo de esperanza con el nacimiento milagroso de una bebé que fue sacada del vientre de su madre fallecida.

La tragedia golpeó a la familia palestina Al-Sakani en Ráfah, donde un ataque israelí se cobró la vida de la madre, el padre y su hija mayor. Sin embargo, la bebé, nacida por cesárea de urgencia y pesando 1.4 kg, trajo consigo un destello de vida en medio de la violencia y el dolor.

A pesar de las circunstancias desgarradoras, los médicos informan que la pequeña está estable y mostrando signos de mejora gradualmente.

Conmoviendo aún más los corazones, la hija mayor de la familia, Malak, quien perdió la vida en el ataque, había expresado su alegría por la llegada de su nueva hermana, a quien deseaba llamar Rouh, que significa “espíritu” en árabe.

Sin embargo, la felicidad se ve ensombrecida por la triste realidad de que esta bebé, aunque sobreviva, enfrentará un futuro incierto como huérfana.

Este trágico incidente se suma a la ola de violencia en Ráfah, donde 13 niños de una misma familia perdieron la vida en otro ataque, sumiendo a la comunidad en la desesperación y el duelo. Las voces de los supervivientes claman por justicia y por el fin de la violencia que ha despojado a tantas familias de sus seres queridos.

Mientras tanto, en medio del caos y el temor a una invasión terrestre israelí, los residentes de Gaza se refugian en Ráfah, buscando seguridad en un entorno marcado por la incertidumbre y el peligro inminente.

Israel amenaza con una ofensiva terrestre en la zona, mientras que el presidente Joe Biden ha instado a Israel a no lanzar una ofensiva a gran escala en Ráfah para evitar más víctimas civiles palestinas.