Australia enfrenta la sobrepoblación de camellos salvajes

Australia enfrenta la sobrepoblación de camellos salvajes

Australia enfrenta la sobrepoblación de camellos salvajes Australia enfrenta la sobrepoblación de camellos salvajes.

Australia, el único país con una población salvaje de camellos que supera el millón de ejemplares, se enfrenta a una creciente crisis ambiental y social. Introducidos en el siglo XIX como aliados en la exploración del interior del continente, estos animales hoy se han convertido en una amenaza para ecosistemas frágiles, infraestructura rural y comunidades aborígenes.

Capaces de beber hasta 200 litros de agua en un día, los camellos dañan tuberías, contaminan fuentes hídricas y destruyen equipos en su búsqueda por sobrevivir. En zonas como Prenti Downs, en Australia Occidental, ganaderos como Jack Carmody abaten cientos de camellos al año, documentando el proceso en su canal de YouTube. En 2013, una operación federal eliminó más de 1,700 ejemplares desde helicópteros en cuatro días, pero el programa no fue renovado.

Frente a la falta de una estrategia gubernamental sostenida, surgen propuestas para convertir el problema en una oportunidad económica. Desde carreras como las Boulia Camel Races, hasta productos de leche de camella, carne, cremas corporales e incluso vodka, varios emprendedores han iniciado industrias alternativas con creciente interés internacional, especialmente desde Medio Oriente y África.

Sin embargo, los expertos advierten que el crecimiento poblacional de los camellos —una hembra puede reproducirse cada dos años y vivir hasta 40— requerirá un enfoque multidisciplinario. Mientras algunos defienden el control letal, otros exigen un trato más ético y sostenible.

Australia se debate así entre ver a los camellos como plaga o recurso. La respuesta, según muchos, deberá equilibrar la conservación ambiental, el respeto cultural y la viabilidad económica.