Ucrania derriba caza ruso Su-30 con dron marítimo

Ucrania derriba caza ruso Su-30 con dron marítimo

Ucrania derriba caza ruso Su-30 con dron marítimo Ucrania derriba caza ruso Su-30 con dron marítimo.

La guerra en Ucrania alcanzó un nuevo hito tecnológico con el primer derribo documentado de un avión de combate mediante un dron marítimo. De acuerdo con la agencia de inteligencia militar ucraniana (GUR), un caza Su-30 de la aviación naval rusa fue destruido el viernes cerca de Novorossiisk, un importante puerto en el Mar Negro, mediante un misil R-73 lanzado desde un bote sin tripulación operado por la unidad especial ucraniana “Grupo 13”.

La información fue confirmada este sábado por la agencia Reuters y corroborada en redes sociales por Rybar, un conocido bloguero militar cercano al Kremlin, quien detalló que el ataque ocurrió a 50 kilómetros de la costa. Hasta el momento, el Ministerio de Defensa de Rusia no ha emitido ningún pronunciamiento oficial.

Este avance representa un precedente militar global, al tratarse del primer caso conocido de un avión de combate abatido por un vehículo no tripulado marítimo. La acción se enmarca en la nueva estrategia de Ucrania, que ha intensificado el uso de drones aéreos y navales ante la superioridad numérica rusa en tropas y armamento.

Los drones, más baratos y maniobrables que los sistemas convencionales, han sido fundamentales para infligir daños considerables a la flota rusa en el Mar Negro. Ya en diciembre de 2024, Ucrania había logrado derribar un helicóptero militar ruso con tecnología similar.

La situación en Novorossiisk también se agravó tras otro ataque con drones que dañó una terminal de granos y viviendas, lo que llevó al alcalde local a declarar un estado de emergencia. El incidente dejó al menos cinco personas heridas.

El Su-30, diseñado en la era soviética como una evolución del Su-27, es un avión biplaza de largo alcance que entró en servicio en 1996. Más de 600 unidades han sido fabricadas desde entonces, con compradores como China, India, Venezuela y Argelia, convirtiéndolo en uno de los cazas más comercializados del mundo.

Este suceso no solo representa un golpe táctico a las fuerzas armadas rusas, sino que también reconfigura el papel de los drones marítimos en los conflictos contemporáneos, abriendo nuevas posibilidades para el uso de tecnologías autónomas en combate aéreo y naval.