La ciudad de Nueva York implementará una prohibición total del uso de teléfonos celulares y relojes inteligentes en todas las escuelas públicas a partir del ciclo escolar 2025-2026, en cumplimiento de una nueva ley estatal incluida en el Presupuesto Estatal del Año Fiscal 2026.

La medida afectará a más de 700 distritos escolares, incluida la Gran Manzana, que deberán establecer mecanismos para garantizar que los estudiantes mantengan sus dispositivos guardados durante toda la jornada escolar, lo que incluye clases, almuerzos y recreos. Cada institución podrá adaptar la normativa según sus capacidades: algunas confiscarán los aparatos al ingreso, mientras otras impedirán su ingreso al edificio escolar.

“Es una verdadera distracción que nuestros jóvenes tengan sus teléfonos en las escuelas, pero también es un problema de seguridad pública”, afirmó el alcalde Eric Adams. “Muchas peleas se graban y se propagan, y solo queremos un entorno donde los niños puedan aprender”.

Aunque Adams respalda la iniciativa, enfatizó que la decisión fue liderada por la gobernadora Kathy Hochul, y lamentó que el estado no haya destinado fondos adicionales para facilitar su aplicación.

La normativa se aplicará desde preescolar hasta el último año de secundaria, siguiendo el ejemplo de otros estados como California, Florida, Luisiana y Virginia, donde restricciones similares ya están vigentes.

Escuelas: espacios libres de ICE

En paralelo, la canciller del sistema escolar, Melissa Avilés-Ramos, reafirmó que las escuelas públicas de Nueva York continúan siendo espacios seguros y libres de intervención por parte del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE). La declaración surge tras la detención del estudiante venezolano Dylan López Contreras, de 20 años, por agentes migratorios luego de asistir a una audiencia judicial.

El caso ha generado preocupación en las comunidades migrantes, y la ciudad se ha sumado como amicus curiae (amigo de la corte) en defensa del joven.

“Nuestro objetivo es perseguir a los criminales, no a quienes hacen lo correcto”, concluyó el alcalde Adams, reiterando el compromiso de Nueva York con la protección de sus estudiantes, sin importar su estatus migratorio.