Previo al inicio del maratón Guadalupe-Reyes, más de uno pasa apuros por el ´riesgo´ que las fechas decembrinas significan para la dieta, ya que el consumo de alimentos se incrementa de forma importante y prueba de ello es el tradicional pan de muerto, una especialidad con orígenes prehispánicos que millones de familias en México disfrutan incluso desde antes del Día de Muertos que se celebra hoy.

Debido a que algunas personas creen que el pan por sí mismo es negativo para la figura y para mantener el peso en control, en realidad el aspecto a vigilar es la moderación, ya que una rebanada pequeña (de unos 140 gramos), contiene aproximadamente 220 calorías, lo que no representa un impacto severo para la alimentación, siempre y cuando se controlen las porciones.

En ese sentido, datos aproximados de una preparación tradicional del pan de muerto señalan que la pieza incluye 7 gramos de proteína, 44.5 gramos de carbohidratos, 10 gramos de grasas, 15 miligramos de sodio y 116 miligramos de potasio, por lo que el organismo se endulzará con su contenido nutricional positivo.

Por ello, si en los planes para celebrar el 2 de noviembre se encuentra el gozar de una rebanada de pan de muerto con un chocolate o café, solo hay que recordar el poner un esfuerzo extra en el ejercicio del día siguiente, ya que una caminata, salir a correr o utilizar una bicicleta son ejemplos de ´sacrificios´ que se deben tomar en cuenta para descansar un poco de la dieta.

Información: Agencias  
Fotografía: Redes