Hoy en día existen alternativas que sugieren un mejor cuidado a base de productos comerciales, aunque algunas mascarillas, shampoos o tintes estén orientadas a su mantenimiento, pueden contener sustancias nocivas para la salud.
Huméctalo con aguacate
El método es muy sencillo: muele medio aguacate y mézclalo con media cucharada de aceite de oliva. Puedes añadirle tres gotitas de aceite de esencia de romero o lavanda para lograr un tratamiento aún más profundo. Vierte la mezcla sobre el cabello húmedo y masajéalo. Déjalo reposar por 10 minutos y retira con abundante agua.
Relájalo con aceite de oliva
Revuelve dos cucharadas de aceite de oliva, dos cucharadas de jugo de limón y dos cucharadas de agua. Vacía el extracto sobre la cabellera húmeda y hazlo permanecer por hasta 20 minutos. Una vez que termine el tiempo, lávalo con shampoo y enjuaga. Para aumentar su efectividad, realízalo dos veces por semana.
Fortalécelo con huevo
En un tazón coloca únicamente la yema con dos cucharaditas de aceite de castor o de oliva y bate hasta lograr una sustancia uniforme. Aplica la mezcla en el cabello, mantenlo por 15 minutos; después lávalo con shampoo y enjuágalo.
Repáralo con miel
Mezcla media taza de miel con una a dos cucharadas de aceite de oliva. Aplícalo sobre tu cabello húmedo, realiza un suave masaje sobre tu cuero cabelludo y deja reposar por 30 minutos. Después retira con agua tibia. El sobrante puede conservar sus propiedades hasta por un par de semanas, por lo que puedes refrigerarlo para futuras aplicaciones.