¿Cómo afecta dormir mal al dolor?

¿Cómo afecta dormir mal al dolor? ¿Cómo afecta dormir mal al dolor?.

Cuando tenemos dolor, nos cuesta mucho dormir, pero ¿cómo afecta dormir mal al dolor? Científicos de la Universidad de California, Berkeley, en Estados Unidos, han respondido a esa pregunta al identificar fallos neuronales en el cerebro privado de sueño que pueden intensificar y prolongar la agonía de la enfermedad y las lesiones.

Sus hallazgos, que se publican este lunes en 'Journal of Neuroscience', ayudan a explicar los ciclos de auto perpetuación que contribuyen a la superposición de epidemias mundiales de pérdida de sueño, dolor crónico e incluso adicción a los opioides. Una encuesta de 2015 de la Fundación Nacional del Sueño descubrió que dos de cada tres pacientes con dolor crónico sufren trastornos de sueño recurrentes.

"Si el mal sueño intensifica nuestra sensibilidad al dolor, como lo demuestra este estudio, entonces el sueño debe ubicarse mucho más cerca del centro de atención al paciente, especialmente en las salas de hospital", afirma el autor principal del estudio, Matthew Walker, profesor de Neurociencia y Psicología de la UC Berkeley, en Estados Unidos.

Al aplicar niveles incómodos de calor en las piernas de dos docenas de adultos jóvenes sanos, mientras se escaneaban sus cerebros, Walker y el estudiante de UC Berkeley Adam Krause descubrieron que los mecanismos neuronales que detectan las señales de dolor, las evalúan y activan el alivio natural del dolor se interrumpen cuando se tiene un sueño insuficiente.

Mientras que los investigadores demostraron su hipótesis de que la privación del sueño aumentaría la sensibilidad al dolor, como lo demuestra una respuesta amplificada en la corteza somatosensorial del cerebro, lo que los sorprendió fue la actividad progresiva en el núcleo accumbens, una región del circuito de recompensa del cerebro que, entre otras funciones, eleva los niveles de dopamina para aliviar el dolor.

"La pérdida de sueño no solo amplifica las regiones sensibles al dolor en el cerebro, sino que también bloquea los centros de analgesia natural", afirma Walker. Otra región clave del cerebro que se encontró que se desaceleraba en el cerebro privado de sueño era la ínsula, que evalúa las señales de dolor y las ubica en contexto para preparar al cuerpo para responder.

"Es un sistema neuronal crítico que evalúa y clasifica las señales de dolor y permite que los analgésicos naturales del cuerpo acudan al rescate", afirma Krause, autora principal del estudio y estudiante de doctorado en el laboratorio de Walker del Centro Científico del Sueño Humano en la UC Berkeley.