Con la llegada de la temporada de calor, se incrementa el riesgo de contagio de piojos en niños de entre tres y 10 años, según advierte la dermatóloga pediátrica Guadalupe Ortiz. Sin embargo, no solo los niños son vulnerables, ya que sus cuidadores, principalmente las madres, también pueden sufrir contagios.

La especialista explica que el cuero cabelludo mantiene una temperatura ideal para la supervivencia y reproducción de estos parásitos durante el calor, lo que facilita su propagación. Aunque el periodo de vida de los piojos es corto, su rápida reproducción exige una detección temprana y un tratamiento inmediato para evitar su proliferación.

Existen diversos métodos para erradicar los piojos, como shampoos, lociones, aerosoles o pastillas, pero Ortiz recomienda acudir a un especialista para obtener un tratamiento adecuado, ya que cada persona tiene necesidades y piel distintas.

La detección oportuna es clave. La presencia de comezón excesiva en la cabeza debe ser motivo de atención, ya que el rascado prolongado puede causar infecciones cutáneas por el contacto con las uñas sucias. Además, los piojos pueden transmitir enfermedades infecciosas como la fiebre amarilla y provocar condiciones secundarias como impétigo, una infección de la piel común en bebés y niños.

Ante cualquier síntoma, es fundamental tomar medidas preventivas y consultar a un especialista para un tratamiento efectivo, garantizando así la salud y bienestar de toda la familia.