Pelucas, vestidos de brillantes colores, zapatos de plataforma y una inagotable energía caracterizaron la presencia escénica de Celia Cruz, ´La Reina de la Salsa´, quien aún después de su muerte, ocurrida un día como hoy de hace 15 años, continúa endulzando el oído de sus fans.

Nacida el 21 de octubre  de 1925 en Cuba, Úrsula Hilaria Celia Caridad Cruz Alfonso se enamoró de la música desde su juventud, ya que cantó en cabarets de la isla, hasta que le llegó la oportunidad de ser la vocalista de la Sonora Matancera, en la que su nombre llegó a ser más grande que el de la propia banda.

Sin saber que jamás volvería al país que la vio nacer, Cruz viajó a México para realizar una gira en 1960, un año después de que Fidel Castro tomó el control del país; ya que a ella y a su esposo Pedro Knight se les prohibió regresar a la isla, por lo que se convirtieron en ciudadanos de Estados Unidos.

Tras abandonar a la Sonora Matancera en 1965, Cruz desarrolló su característica imagen y se unió a talentos como Tito Puente y Johnny Pacheco. Con este último realizó la grabación del sencillo Quimbará, uno de los himnos de la cantante, quien añadió su tradicional ´¡azúcar!´ a la letra del tema. 

Durante los años 80 y 90, Celia Cruz se convirtió en un ícono de la música salsa a nivel internacional, ya que encabezó conciertos en toda Europa, ganó premios Grammy y actuó en Los Reyes del Mambo (1993) con Antonio Banderas.

Celia murió a los 77 años y sus restos se depositaron en un cementerio de Nueva Jersey. Para el entierro, se incluyó un puñado de tierra cubana que la cantante guardó desde 1990, cuando cantó en la base estadounidense de Guantánamo.

Información: Agencias
Fotografía: Redes