Todo lo que consumimos tienen mayor o menor impacto en nuestra nutrición, y el alcohol no es la excepción. Aunque muchos dan por hecho que el alcohol no es un alimento y que, por lo tanto, este no incide en la dieta, la verdad es otra muy distinta.

Por cada gramo de alcohol que consumimos, entran a nuestro organismo alrededor de 7 kilocalorías, lo que equivale a comerse una hamburguesa Big Mac. De modo que sí, todas las bebidas alcohólicas engordan.

No todos engordamos por igual, las bebidas que solo contienen alcohol destilado tienen considerablemente menos calorías que aquellas que incluyen sumos de fruta, leche, huevos o azúcares procesados.

De igual forma los cocteles y las bebidas dulces por excelencia, pueden resultar desastrosos para la dieta de aquellos que busca adelgazar.
 

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