El 21 de marzo de 1984 marcó un hito en la historia deportiva de la Universidad Autónoma de Nuevo León (UANL) con la inauguración del "Campo Hundido", un espacio que se ha convertido en el epicentro del beisbol universitario y un símbolo de orgullo para la comunidad estudiantil.
El proyecto, liderado por Cayetano Garza Garza, entonces director de Deportes de la UANL, surgió como respuesta a la creciente demanda de instalaciones deportivas de calidad para los estudiantes. El campo de beisbol, ubicado dentro de Ciudad Universitaria, fue concebido para encauzar el auge deportivo que vivían los Tigres, el equipo representativo de la institución, en diversas disciplinas.
Con gradas para más de 3 mil personas y medidas reglamentarias, el "Campo Hundido" se convirtió en el hogar del equipo de beisbol de la UANL, dirigido en aquel entonces por Arturo “Pájaro” Narváez López. Los Tigres lograron destacados resultados en la Liga Regiomontana, consagrándose campeones del Torneo Estatal de la Liga Big League y subcampeones a nivel nacional.
La inauguración del campo fue un acontecimiento histórico, con el equipo Norteños de Monterrey enfrentándose a los Tuzos de la Universidad Autónoma de Zacatecas, en un partido que atrajo a una multitud y marcó el inicio de una nueva era para el beisbol universitario en la región.
Desde entonces, el "Campo Hundido" ha sido escenario de importantes eventos deportivos, incluyendo pretemporadas de equipos de la Liga Mexicana de Beisbol como los Sultanes de Monterrey, así como eliminatorias estatales y regionales organizadas por el Consejo Estatal del Deporte de la Educación y las Universiadas Nacionales.
El legado del "Campo Hundido" trasciende las fronteras de la UANL, siendo reconocido como un semillero de talento que ha dado cabida a destacados deportistas, algunos de los cuales han llegado a competir en la Major League Baseball de Estados Unidos.
En la actualidad, el equipo dirigido por el manager Antonio Rodríguez continúa la tradición de excelencia deportiva, buscando superar la medalla de bronce obtenida en la Universiada Nacional 2023 y consolidando el prestigio del beisbol universitario de la UANL en todo el país.
