Harvey Weinstein, el exproductor de cine que se convirtió en una figura central del movimiento #MeToo, ha experimentado un giro en su prolongado caso legal. Después de ser condenado en 2020 por violación en tercer grado y acto sexual criminal en primer grado, el Tribunal de Apelaciones de Nueva York ha anulado recientemente esta condena, ordenando un nuevo juicio.

El caso contra Weinstein ganó notoriedad en octubre de 2017, cuando The New York Times y The New Yorker publicaron testimonios de varias mujeres que lo acusaban de acoso, abuso sexual y violación. Estas acusaciones catalizaron el movimiento #MeToo, que ha generado una conciencia global sobre el acoso y la agresión sexual.

En el juicio original, figuras clave como la actriz Annabella Sciorra, la ayudante de producción Mimi Haleyi y las abogadas Donna Rotunno y Gloria Allred jugaron roles fundamentales. Más de ochenta mujeres, incluidas actrices famosas y exempleadas, acusaron a Weinstein de una variedad de delitos sexuales.

Sin embargo, la anulación de la condena se produce debido a errores procesales, incluida la admisión de testimonios sobre presuntos actos sexuales previos no relacionados con las denunciantes de los delitos subyacentes.

A pesar de esta anulación, Weinstein no queda en libertad, ya que fue condenado en Los Ángeles a 16 años de prisión por cargos similares.

El nuevo juicio en Nueva York será seguido de cerca, ya que podría tener implicaciones importantes para el movimiento #MeToo y para la búsqueda de justicia para las víctimas de delitos sexuales.