El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, ha generado controversia al arremeter contra Cecilia Flores, fundadora del colectivo Madres Buscadoras de Sonora, después de que esta denunciara el presunto hallazgo de un crematorio clandestino en las afueras de la Ciudad de México.

Cecilia Flores, reconocida activista en la búsqueda de desaparecidos, dio a conocer el pasado 30 de abril el descubrimiento de un crematorio clandestino en Iztapalapa y Tláhuac, donde, según sus afirmaciones, se encontraron cenizas, credenciales de elector de mujeres y libretas de niños. Sin embargo, las autoridades desestimaron su denuncia, calificándola de montaje y asegurando que las cenizas encontradas correspondían a restos de animales como perros, gatos y lagartijas.

"Sé a qué huele la muerte y como se acarician los huesos que se vuelven cenizas de quien un día respiró", expresó Ceci Flores, solicitando la intervención de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) ante la falta de respuestas de las autoridades locales.

Durante su conferencia matutina del 2 de mayo, López Obrador criticó a la activista sin ser preguntado al respecto, sugiriendo que la denuncia podría ser parte de una estrategia de grupos conservadores. "Antier salió de que habían encontrado un crematorio, pero vinieron de Sonora y de Chihuahua, y pues personas que no nos quieren a nosotros, y que pertenecen al bloque conservador, que desde luego defienden causas que son muy justas", afirmó el mandatario, cuestionando la veracidad del hallazgo.

Estos acontecimientos tienen lugar en medio de una crisis de desaparecidos en México, con casi 100 mil personas registradas como desaparecidas según el Registro Nacional de Personas Desaparecidas y No Localizadas (RNPDNO). La polémica suscitada refleja la complejidad y sensibilidad de la situación de los desaparecidos en el país, así como las tensiones entre activistas y las autoridades gubernamentales.