El presidente de Francia, Emmanuel Macron, se vio obligado a aclarar este fin de semana un video que se volvió viral en redes sociales, donde aparentemente su esposa, Brigitte Macron, le da un manotazo en el rostro al momento de desembarcar de un avión presidencial durante su gira por el sudeste asiático.

En las imágenes, grabadas en Hanói, Vietnam, se observa cómo dos manos —presumiblemente de Brigitte, vestida con una chaqueta roja— se dirigen hacia el rostro del mandatario justo cuando se abre la puerta del avión. Macron retrocede ligeramente y, al notar que el momento fue captado por cámaras, sonríe y saluda al exterior.

El episodio generó especulaciones y titulares en medios franceses. El diario Le Parisien publicó una nota titulada: “¿Bofetada o riña? Las imágenes de Emmanuel y Brigitte Macron generan muchos comentarios”.

Durante una rueda de prensa, Macron abordó directamente la polémica:

“Estábamos discutiendo, más bien, bromeando con mi esposa”, aclaró el mandatario. “Se ha convertido en una especie de catástrofe geo-planetaria”.

El presidente francés también aprovechó para advertir sobre los riesgos de la desinformación en la era digital, recordando que en semanas anteriores se habían viralizado videos falsos donde supuestamente consumía cocaína con líderes europeos o tenía un altercado físico con el presidente turco Recep Tayyip Erdogan.

La oficina presidencial también minimizó la escena, describiéndola como un momento de “complicidad” entre el mandatario y su esposa antes de iniciar el viaje diplomático.

“Fue un momento en el que el presidente y su esposa se estaban relajando, jugueteando, una última vez antes del inicio del viaje”, señaló el comunicado.

La historia de la pareja ha sido objeto de atención mediática desde hace años. Brigitte Macron era profesora de secundaria y madre de tres hijos cuando conoció a Emmanuel Macron, entonces su alumno adolescente. Años más tarde, ambos formalizaron su relación y se casaron en 2007.

Pese a la controversia, la pareja presidencial continúa su gira en Asia, enfocada en reforzar las relaciones comerciales y diplomáticas de Francia en la región. Mientras tanto, Macron insiste en que la situación viralizada es solo una muestra más de cómo la realidad puede distorsionarse en el entorno digital.