Convulsiones febriles en los niños

Convulsiones febriles en los niños Convulsiones febriles en los niños.

Las convulsiones febriles pueden producirse ante cualquier infección vírica que aparezca con fiebre y se da con más frecuencia en niños menores de 5 años (suele existir cierta predisposición individual). Pese a que la aparición de fiebre es una defensa del organismo para combatir mejor las enfermedades, en el caso de los niños que las padecen, debe tenerse bajo control para que no surjan estos desagradables episodios. Pérdida de conocimiento, ojos vueltos, contracciones musculares,..., pese a su alarmante apariencia, la convulsión febril no reviste gravedad.

Convulsiones con la fiebre
En el caso de que se produzca, debemos mantener la calma y seguir las siguientes recomendaciones, dirigidas a evitar que el niño pueda sufrir lesiones:

- Recuesta a tu hijo boca arriba en el suelo o en una cama, y aléjalo de sitios u objetos, con los que puede golpearse.

- Manteniéndolo acostado boca arriba, gira su cabeza hacia un lado para permitir que la saliva o vómito, si es el caso, puedan salir de su boca y no obstruyan sus vías respiratorias.

- No coloques ningún objeto dentro de su boca ni intentes inmovilizarle, aunque sí agarrarle para que no se dañe.

- En cuanto remita (no suele durar más de unos 10 minutos, se debe acudir a urgencias del hospital para su valoración e informar al pediatra del niño en la consulta habitual.

- Debemos intentar bajar la fiebre del niño mediante medicamentos o por medios físicos como quitarle ropa si hace calor, paños de agua tibia sobre cabeza, ingles, axilas o baños con agua templada. La parte del cerebro que controla la temperatura corporal no está completamente desarrollada en los niños y por ello su temperatura puede elevarse o descender muy rápidamente.

Patro Gabaldón. Redactora de Guiainfantil.com