La cantante Ángela Aguilar regresó con fuerza al panorama musical con el lanzamiento de su nuevo álbum titulado “Nadie Se Va Como Llegó”, un proyecto que, según la propia artista, marca una etapa de renovación tanto personal como profesional. Como parte de la promoción, la intérprete visitó el programa La Saga conducido por Adela Micha, donde no solo compartió detalles sobre su nueva música, sino también abrió su corazón en temas personales que hasta ahora había mantenido en privado.
Uno de los momentos más destacados de la entrevista fue cuando Aguilar confirmó haber tenido una relación con Josh Ball, jugador de fútbol americano de la NFL. La revelación vino luego de que Micha le recordara que en una aparición anterior mencionó tener un novio sin revelar su identidad, lo que en su momento generó rumores sobre un posible romance con Christian Nodal, su actual pareja.
“Yo cuando estaba la vez pasada contigo, todavía estaba de novia con mi ex”, explicó Ángela, y ante la pregunta directa de Micha sobre si se trataba de Nodal, la cantante respondió que no, aclarando que su ex era Josh Ball, con quien sostuvo una “relación muy difícil”. Esta experiencia, dijo, sirvió de inspiración para varias canciones de desamor incluidas en su nuevo álbum.
Durante la conversación, la joven artista también habló de las consecuencias emocionales que ha enfrentado debido a la exposición mediática, especialmente tras confirmarse su relación con Nodal. Confesó haber atravesado episodios de ansiedad y estrés, lo que la llevó a reevaluar su vida personal y artística.
Tras la oficialización de su noviazgo con el cantante de regional mexicano, Josh Ball publicó en redes sociales una frase que muchos interpretaron como una indirecta hacia Aguilar: “The trust of the innocent is the liar’s most useful tool” (“La confianza del inocente es la herramienta más útil del mentiroso”), desatando especulaciones y reacciones entre sus seguidores.
Con esta nueva etapa, Ángela Aguilar busca reconectarse con su público a través de su música, mostrando una versión más madura y sincera de sí misma, tanto en lo artístico como en lo personal.