El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que la próxima semana se llevará a cabo una nueva ronda de conversaciones comerciales con China en la ciudad de Londres, como parte de los esfuerzos para destrabar las tensiones económicas entre ambas potencias. El anuncio se produce tras una llamada telefónica con el presidente chino Xi Jinping, la cual Trump calificó como “muy positiva para ambos países”.

“Me complace anunciar que el secretario del Tesoro, Scott Bessent; el secretario de Comercio, Howard Lutnick; y el representante comercial de Estados Unidos, Jamieson Greer, se reunirán en Londres el lunes 9 de junio de 2025 con representantes de China para tratar un acuerdo comercial. Se espera que la reunión sea muy exitosa”, publicó el mandatario en su cuenta de Truth Social.

Durante la conversación, que duró aproximadamente una hora y media, Trump afirmó haber expresado su preocupación por la escasez de minerales e imanes de tierras raras, insumos clave en la fabricación de vehículos eléctricos, equipos electrónicos y tecnología de defensa. A su vez, Xi Jinping mostró incomodidad por las restricciones estadounidenses a ciertas tecnologías chinas, entre ellas los chips de inteligencia artificial desarrollados por Huawei.

La agencia Bloomberg reportó que el gobierno chino estaría dispuesto a reactivar el flujo de estos materiales estratégicos, lo cual podría representar un avance significativo en la reanudación de la cooperación comercial.

Según el presidente estadounidense, ambos mandatarios coincidieron en la necesidad de seguir trabajando conjuntamente y extendieron invitaciones mutuas para futuras visitas de Estado. Esta sería la primera llamada directa entre ambos desde enero.

Por su parte, la agencia estatal china Xinhua confirmó que la conversación se realizó a petición de Trump y resaltó que se alcanzó el compromiso de dar continuidad a los acuerdos firmados previamente en Ginebra, particularmente aquellos relacionados con los aranceles bilaterales.

La comunidad internacional mantiene la atención puesta en este nuevo encuentro en Londres, considerado clave para definir el rumbo de las relaciones comerciales entre Washington y Beijing, en un contexto global marcado por la competencia tecnológica y la disputa por materias primas críticas.