Cuando la confianza se pierde permea un dejo de impotencia, sobre todo en temas que tienen que ver con demandas de impugnación electoral.

Resulta que el 8 del mes en curso el Tribunal Estatal Electoral dio nota al “tumbar” a dos diputados electos de MORENA para dárselas al PRI y dejó sospechosamente igual una demanda interpuesta contra el candidato reelecto del PRI en Santiago.

Esta última contenía pruebas de delitos registrados por trabajadores del municipio en 19 casillas de dicho municipio y extrañamente a pesar de ser los mismos elementos de prueba sobre el delito denunciado en las 19 casillas los magistrados solo “tumbaron” ocho de las casillas.

En el caso de Monterrey y Guadalupe ya se habla de truculentos arreglos por debajo de la mesa en donde tienen que ver sendos maletines negros entregados la noche de este jueves.

No diremos a quien se entregaron ni quien los recibió pero lo que si se espera es que esa acción provoque una resolución tan inesperada como la del pasado 8 de este mes en los casos de Monterrey y Guadalupe, que casualmente se definiría hoy y fueron postergados inexplicablemente.

Será el sereno pero como decían en mi rancho cuando el rio suena es porque agua lleva y lo que definan estos polémicos magistrados seguramente sonará en la confianza de miles de votantes que emitieron su sufragio el pasado 1 de julio en Guadalupe y Monterrey.