La coloración capilar es una práctica común en el mundo de la belleza, ya sea para cubrir canas, cambiar de look o realzar el tono natural del cabello. Sin embargo, no todas las personas deberían recurrir a este tipo de productos, ya que pueden generar efectos secundarios importantes en la salud. Aunque muchas fórmulas actuales son más suaves, no están completamente libres de riesgos.
Tinte para el cabello: ¿cuándo evitarlo y cómo cuidarlo?
De acuerdo con el portal especializado Ecancer, el uso frecuente y prolongado de tintes, sobre todo los de tonos oscuros, está vinculado con un mayor riesgo de desarrollar ciertos tipos de cáncer, como el de vejiga y el linfoma no Hodgkin. Esto se debe a la presencia de compuestos químicos que, si bien han mejorado con los años, aún pueden tener efectos adversos, especialmente si se usan en exceso o sin precauciones.
Además, no seguir las instrucciones del fabricante o no hacer una prueba de alergia previa puede provocar reacciones inmediatas como enrojecimiento, ardor, hinchazón e incluso pérdida de cabello. A largo plazo, el uso repetido también puede ocasionar sensibilidad permanente en la piel, dermatitis crónica o daños en el cuero cabelludo.
¿Quiénes deberían evitar el uso de tintes?
Algunas personas deben abstenerse por completo de utilizar estos productos debido a su mayor riesgo de sufrir efectos negativos. Uno de estos grupos es el de los menores de 16 años, ya que su piel es más sensible y propensa a reacciones alérgicas severas. Por eso, el Comité Científico de Seguridad del Consumidor de la Unión Europea aconseja evitar los tintes permanentes en este sector de la población.
También deben evitar los tintes las personas con alergia a sustancias químicas como la parafenilendiamina (PPD), un componente común en los tintes oscuros que puede provocar dermatitis por contacto. Igualmente, quienes padecen enfermedades del cuero cabelludo —como psoriasis, eczema o lesiones abiertas— podrían ver agravadas estas condiciones al exponerse a los químicos.
Por otro lado, los pacientes inmunocomprometidos enfrentan mayores riesgos al usar productos agresivos para el cabello. Las mujeres embarazadas también deben tener cuidado, especialmente durante el primer trimestre, ya que se ha documentado la posible absorción cutánea de ciertas sustancias. En estos casos, se sugiere consultar al médico antes de aplicar cualquier tinte.
Cuidados esenciales después de teñirse el cabello
Si una persona no pertenece a los grupos de riesgo, aún así es importante aplicar el tinte de forma responsable y acompañarlo con cuidados adecuados. Según la Revista de Dermatología Cosmética, Médica y Quirúrgica, el teñido reseca el cabello, por lo que se recomienda el uso de mascarillas hidratantes y productos que restauren la barrera lipídica natural del pelo.
También es aconsejable evitar herramientas de calor como planchas, secadoras o rizadores inmediatamente después del proceso de coloración, ya que el cabello tiende a estar más frágil y puede quebrarse fácilmente. Además, la exposición al sol puede dañar tanto el tinte como el cuero cabelludo, por lo que se sugiere usar sombreros o productos con filtro UV.
Finalmente, para mantener un cabello sano, se recomienda dejar pasar al menos tres meses entre cada aplicación de tinte. Esto permite que el pelo se recupere y evita la acumulación excesiva de químicos. En conclusión, teñirse el cabello puede ser seguro si se hace con moderación, conocimiento y los cuidados necesarios.