Elon Musk, fundador de Tesla y SpaceX, expresó su “decepción” frente al nuevo megaproyecto fiscal promovido por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, señalando que la iniciativa no solo incrementa el déficit presupuestario, sino que también socava los esfuerzos de eficiencia que él mismo lidera como asesor especial del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE).
“Francamente, me decepcionó ver el enorme proyecto de ley de gastos, que aumenta el déficit presupuestario, no lo reduce, y socava el trabajo que está realizando el equipo de DOGE”, declaró Musk durante una entrevista con CBS Sunday Morning, de la cual se difundieron extractos antes de su emisión completa.
Las declaraciones se dan en un momento clave para el empresario, quien enfrenta una intensa agenda mediática tras el reciente lanzamiento del cohete Starship, desarrollado por SpaceX. Aunque Musk ha sido cercano al presidente Trump, sus palabras reflejan un cambio crítico en la relación entre ambos.
Una ley polémica
El proyecto fiscal, calificado por Trump como un “gran y hermoso proyecto de ley”, ya fue aprobado por un estrecho margen en la Cámara de Representantes y actualmente se debate en el Senado. La legislación busca extender exenciones fiscales aplicadas durante la primera administración Trump (2017–2021), a la vez que incorpora nuevas reducciones impositivas.
Además, contempla:
• Aumentos en el gasto para el control fronterizo
• Endurecimiento de la política migratoria
• Recortes a programas sociales y ayudas públicas
No obstante, el costo a largo plazo del paquete asciende a 3 billones de dólares, según estimaciones de la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO). De aprobarse, la ley agravaría la deuda nacional, que ya supera los 36 billones de dólares.
Con tono irónico, Musk comentó: “Creo que un proyecto de ley puede ser grande o puede ser hermoso, pero no sé si puede ser ambas cosas”.
Fricciones en aumento
El distanciamiento entre Musk y el gobierno se ha ido profundizando en los últimos meses. En abril, el empresario anunció que reduciría su participación semanal como asesor de DOGE a solo “un día o dos” a partir de mayo, coincidiendo con un desplome del 71 % en los beneficios netos de Tesla durante el primer trimestre de 2025.
Pese a ello, Trump ha elogiado su labor dentro de DOGE, asegurando que el equipo liderado por Musk ha contribuido a recortes significativos en el gasto gubernamental.
Sin embargo, el rumbo actual del megaproyecto fiscal contradice directamente esos objetivos de austeridad, generando preocupación incluso dentro del Partido Republicano, donde algunos legisladores han manifestado su inquietud por la ausencia de un plan claro para equilibrar el nuevo gasto.
Con estos roces en el horizonte, Elon Musk enfrenta el desafío de mantener el equilibrio entre su papel como líder empresarial y su influencia política, en un entorno cada vez más tenso y polarizado.