Descubren curiosa langosta de dos colores y dos sexos y la llaman "David Bowie"

Descubren curiosa langosta de dos colores y dos sexos y la llaman Descubren curiosa langosta de dos colores y dos sexos y la llaman "David Bowie".

En la costa de Maine, un langostero, Jacob Knowles, se ha convertido en la sensación de las redes sociales al presentar a "Bowie", una langosta única mitad azul y mitad marrón-anaranjado. 

Este inusual crustáceo no solo destaca por su sorprendente coloración, sino por una rareza biológica aún más fascinante: es ginandromorfo, poseyendo órganos reproductores tanto masculinos como femeninos.

La historia de Bowie se volvió viral en las redes, ganando a Knowles casi 150 mil nuevos seguidores en Instagram desde mediados de noviembre. 

El nombre "Bowie" rinde homenaje a la icónica moda de David Bowie en los años 70, famoso por su versatilidad de género. 

La langosta, con su mitad azul y mitad marrón-anaranjado, refleja una mutación llamada "ginandromorfia", ocurrida en las primeras etapas del desarrollo embrionario, informa Excelsior.

Ginandromorfia
La ginandromorfía, manifestada en la división de colores en Bowie, se observa raramente en langostas y se estima que ocurre en 1 de cada 50 millones de ejemplares, según datos del Instituto de la Langosta de la Universidad de Maine en Orono. 

Aunque la exactitud de esta estadística es discutida, la singularidad de Bowie ha cautivado a la comunidad científica y a los amantes de la naturaleza por igual.

La identificación de Bowie como ginandromorfo se basa en las swimmerets, las pequeñas patas natatorias en la base de la cola. Mientras que las del macho son rígidas, las de la hembra son más flexibles, cubiertas de pequeños pelos que sostienen los huevos durante la reproducción. Aunque la ginandromorfía se ha observado en crustáceos fósiles, es excepcional en langostas, que normalmente presentan una anatomía distinta entre machos y hembras.

A pesar de su rareza, Bowie estuvo en riesgo de convertirse en alimento. Por su tamaño, podría haber sido legalmente servido en un plato, pero Knowles optó por trasladarlo a científicos del Oceanario de Bar Harbor, en Maine, para garantizar su seguridad tras una tormenta reciente.