La fiscal general de Estados Unidos, Pam Bondi, anunció este martes un operativo sin precedentes contra el Cártel de Sinaloa, con un decomiso masivo de drogas, dinero en efectivo, armas y vehículos en seis estados del país. La operación, liderada por la Agencia Antidrogas (DEA), se centró en Nuevo México pero tuvo ramificaciones en Colorado, Nevada, Utah, Oregon y Arizona.

Durante la conferencia de prensa, Bondi detalló que solo en Nuevo México se incautaron 3 millones de pastillas de fentanilo, 11.5 kilogramos de fentanilo en polvo, 4 millones de dólares en efectivo, 75 libras de metanfetamina, 4.5 kilogramos de heroína, 7.5 kilogramos de cocaína, 41 armas de fuego —algunas modificadas o “fantasma”— y siete vehículos.

Como parte del operativo, seis integrantes de alto nivel del grupo criminal fueron detenidos. Entre ellos se encuentra su líder, Alberto Salazar Amaya, quien coordinaba la logística del grupo desde Salem, Oregon, distribuyendo drogas hacia puntos estratégicos como Albuquerque (Nuevo México), Phoenix (Arizona) y distintas regiones de Utah.

Uno de los hallazgos que más preocupación generó entre las autoridades fue la presencia de armas “fantasma”, es decir, fabricadas sin número de serie y, en algunos casos, alteradas para disparar en automático. “El nivel de violencia que estas armas representan es inaceptable”, declaró Bondi.

La fiscal general calificó el decomiso como uno de los más significativos en la región y reiteró el compromiso del gobierno estadounidense en la lucha contra el tráfico de fentanilo, responsable de miles de muertes por sobredosis.

“Esta operación demuestra que no vamos a ceder ni un centímetro en la lucha contra los cárteles que envenenan nuestras comunidades”, concluyó Bondi.