El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció este martes la primera acusación formal por narcoterrorismo contra miembros del Cártel de Sinaloa, en un paso sin precedentes tras la designación de esta organización criminal como grupo terrorista extranjero.
Durante una conferencia de prensa, Adam Gordon, fiscal federal para el Distrito Sur de California, informó que Pedro Inzunza Noriega y su hijo Pedro Inzunza Coronel, junto a otros integrantes del cártel fundado por Joaquín “El Chapo” Guzmán, enfrentan cargos por narcoterrorismo y apoyo sustancial al terrorismo, en conexión con el tráfico de fentanilo, cocaína, metanfetamina y heroína hacia Estados Unidos.
“A los líderes del Cártel de Sinaloa los perseguiremos hasta dar con ellos”, declaró Gordon, subrayando la determinación del gobierno estadounidense para combatir la crisis de opioides que afecta al país.
Esta acusación histórica se sustenta en la Orden Ejecutiva firmada por el presidente Donald Trump, la cual permitió designar a seis cárteles mexicanos, incluido el de Sinaloa, como organizaciones terroristas extranjeras. Dicha clasificación fue reforzada por una resolución del Departamento de Estado emitida en febrero de este año.
Según la fiscalía, los Inzunza participaron durante años en la importación de cocaína desde Colombia, que luego distribuían en territorio estadounidense. Con el tiempo, también se involucraron en la producción y distribución de fentanilo, una sustancia responsable de cientos de miles de muertes por sobredosis en los últimos años en Estados Unidos.
Los cargos fueron presentados ante una corte federal en San Diego, California, y marcan un cambio en la forma en que Washington enfrenta el crimen organizado transnacional, al vincular directamente sus actividades con actos de terrorismo.
Esta acusación abre un nuevo capítulo en la lucha contra el narcotráfico, ampliando el margen legal para la captura, sanción y posible extradición de líderes criminales mexicanos bajo normativas más estrictas y con mayor cooperación internacional.