El español Álex Palou firmó una jornada inolvidable este domingo al ganar las 500 Millas de Indianápolis, convirtiéndose en el primer piloto español en levantar el trofeo de una de las carreras más emblemáticas del automovilismo mundial. La victoria, lograda tras una intensa y caótica edición número 109 de la Indy 500, lo consagra como uno de los grandes nombres actuales de la IndyCar Series.
La jornada arrancó con complicaciones, luego de que la lluvia obligara a retrasar más de una hora el inicio de la competencia. Una vez en pista, los pilotos enfrentaron un escenario impredecible: accidentes múltiples, fallas mecánicas, un incendio en boxes y hasta incidentes menores con el personal de pista. Pese al caos, Palou, del equipo Chip Ganassi Racing, mantuvo la calma y ejecutó una carrera perfecta desde la sexta posición de largada.
El momento decisivo llegó en las últimas 15 vueltas, cuando superó con gran destreza al sueco Marcus Ericsson —ganador en 2022— y resistió los embates del pelotón para cruzar la meta en primer lugar. Ericsson terminó segundo, y el joven estadounidense David Malukas cerró el podio en tercer lugar, firmando su mejor actuación con Meyer Shank Racing.
Por su parte, el mexicano Patricio “Pato” O’Ward finalizó en una destacada cuarta posición, luego de una carrera de altibajos. El piloto de Arrow McLaren, que arrancó tercero, llegó a rodar segundo en las primeras vueltas, pero problemas en pits y las constantes interrupciones lo relegaron temporalmente en el clasificador. Sin embargo, en un cierre agresivo, logró recuperar terreno y estuvo cerca de subirse al podio, presionando sin éxito a Malukas en las últimas vueltas.
Como dicta la tradición, Palou celebró su victoria bebiendo leche en el podio, sumando su nombre a la lista de leyendas que han triunfado en el legendario óvalo de Indianápolis. Su histórica victoria no solo enaltece al automovilismo español, sino que también lo consolida como uno de los favoritos para la presente temporada de IndyCar.
Con este triunfo, Palou avanza en su camino hacia la Triple Corona del automovilismo, objetivo que comparte con otros grandes nombres de la velocidad. Su conquista de Indianápolis ya lo coloca en una élite reservada para los mejores del deporte motor.